¿Hay que rescatar el antiguo sistema de elección?
Pilar Sánchez, directora de relaciones institucionales de CTO.
Como experta en todas las cuestiones que rodean al modelo MIR, Sánchez valora en Redacción Médica las principales novedades introducidas por el órgano ministerial, como la reducción de la nota de corte o la posibilidad de la celebración de una adjudicación extraordinaria. Asimismo, la directiva examina en profundidad la situación por la que atraviesa el sistema de médicos residentes en España, así como las ‘consecuencias’ del proceso de elección de plazas exclusivamente telemático.
¿Cómo valora el aumento de plazas MIR?
Creo que siempre es positivo contar con un aumento de plazas. Desde 2011 hasta 2015 empezaron a recortar preocupantemente el número de plazas en cada convocatoria, pero, por fin, desde el 2016 ha ido aumentando progresivamente. Quiero pensar que están teniendo en cuenta el gran número de médicos que van a jubilarse a muy corto plazo, de manera que todos los MIRes actuales puedan llegar a ocupar esos puestos.
¿Es suficiente la oferta?
No sabría decir si es suficiente la oferta porque se dan dos situaciones. Por un lado, cada año empiezan más alumnos el primer año de medicina (cerca de 8.000). Por el otro, están sobrando plazas (recordamos que el año pasado sobraron más de 200 plazas), con lo cual estamos ante una paradoja interesante. Creo que desde el Ministerio se deberían plantear volver al tradicional sistema de elección de plaza, en tiempo real, para evitar que sobren tantas plazas.
¿Qué opina sobre la reducción de la nota de corte?
Está claro que es una muy buena medida para evitar que sobre plazas. Hasta ahora se necesitaba una nota igual o superior al 35 por ciento de la media de las mejores puntuaciones y ahora se ha reducido al 25 por ciento. Esto claramente va a permitir un aumento en el número de aspirantes con derecho a plaza.
¿Es una medida necesaria? ¿Cómo repercutirá en los resultados de la convocatoria?
En la convocatoria anterior, hubo 1.895 opositores eliminados al no superar la nota de corte, lo que les impidió obtener una plaza. Este volumen de afectados se reducirá con la reducción del porcentaje de esta nota de corte.
No lo veo una mala medida, al contrario, si estas personas hubieran podido elegir, no habrían sobrado plazas y no habrían dejado cientos de servicios hospitalarios al descubierto totalmente. No creo que afecte negativamente en ningún caso a los resultados de la convocatoria.
«Una de las causas de que no pueda gustar una determinada especialidad es la precariedad laboral que sufren los médicos actualmente» |
¿Considera que es necesaria su completa eliminación?
Me gustaría creer que hay muchas mentes brillantes dándole vueltas a esta medida. Solo puedo decir que el MIR es un examen que te sitúa en una ley de orden, del 1 al 8.503, para poder elegir especialidad, pero la nota obtenida, no define lo buen médico en que te puedas convertir después.
Pero, por otro lado, tampoco sería bueno eliminarla completamente, porque quitaríamos el estímulo por estudiar y conseguir un dominio suficiente e integrado de la Medicina, al menos en su punto de vista teórico, por parte de los estudiantes. Consideramos que esto es un aspecto positivo del examen MIR y no debería perderse.
En cuanto a la celebración de una segunda vuelta MIR, en caso de que no se cubra la totalidad la oferta, ¿cómo valora esta adjudicación extraordinaria? ¿Resolverá el problema de plazas desiertas?
Creo que es positivo que haya una adjudicación MIR extraordinaria en caso de que no se ocupen todas las plazas en una primera ronda, pero recordamos que el año pasado sobraron 218 plazas de primeras, y 93 tras el segundo llamamiento.
Hay más cosas a tener en cuenta, lo primero el sistema de elección de plaza, mejor dicho “adjudicación” de plaza, que no es en directo o en tiempo real, y esto ha desvirtuado muchísimo un acto transparente, que ya estaba bien hecho y permitía recorregir en el momento a la hora de cambiar de opción, de especialidad. Si tienes el número 5200, tienes que hacer una lista de prioridades gigante para no quedarte sin ninguna de las plazas que previamente querías. Es una incertidumbre totalmente innecesaria.
Por otro lado, es realmente lícito no querer elegir una plaza de una especialidad que no sea de tu agrado, y eso te lleva a tomar la valiente y difícil decisión de repetir el examen MIR. Y una de las causas de que no pueda gustar una determinada especialidad es la precariedad laboral que sufren los médicos actualmente, es terrible, y algo que se debería solucionar a corto plazo.
«No creo que el MIR viva una crisis profunda, pero si se deben seguir mejorando cosas que tienen más que ver con el actual modelo sanitario español» |
Otra de las grandes novedades para esta convocatoria es la aprobación de la vía para ampliar al 10 por ciento el cupo de extracomunitarios en el MIR. ¿Cómo valora esta posibilidad?
Ya se ha aprobado un aumento del 4 al 6 por ciento de plazas destinadas a extracomunitarios.
Creo que también es algo positivo porque es otra medida por la cual se evitará que sobren plazas, aunque lo ideal es que, tras su período de formación, pudieran quedarse y seguir aportando conocimiento y valor al sistema nacional de salud español.
En cuanto al contenido del examen, ¿qué cambios considera necesarios en el actual modelo MIR? ¿Necesita una reformulación?
El ministerio ha introducido esos cambios en las anteriores convocatorias y creemos que ahora se ha conseguido un buen enfoque general y transversal del mismo, con todas las especialidades médicas representadas en él. El eterno sueño de la realización de una prueba de supuestos prácticos tipo ECOE aún no parece factible, pero sería la evolución natural del examen.
¿Vive el modelo MIR la crisis más profunda de su historia?
Con respecto al modelo de examen en sí, creo que es justo, muy duro y hay que estar muy bien preparado, pero es objetivo. No hay una segunda fase en la que tengas que pasar una entrevista en un hospital como ocurre en muchos otros países. El aspirante, con su nota MIR, elige especialidad, unidad docente y ciudad.
No creo para nada que viva una crisis profunda, pero si se deben seguir mejorando cosas, que no tienen tanto que ver con el MIR sino con el actual modelo sanitario español. Deberían detenerse a organizar de forma más rigurosa y profunda aspectos que mencionábamos anteriormente. Cada vez tenemos más fuga de talento al exterior, dadas las condiciones laborales y salariales que existen en España, y esto es peligroso, si recordamos los 70.000 médicos que se van a jubilar dentro de poco.
Por otro lado, se aumenta el número de plazas cada año, pero no puede haber plazas docentes acreditadas sin que las comunidades autónomas no las saquen. Se debería hacer un estudio más claro de las necesidades que existen e identificar así qué medidas hay que tomar a largo plazo en beneficio de nuestros profesionales sanitarios.
Y, por último, no puede ser, por ejemplo, que el número de egresados por facultad crezca un porcentaje más alto que el aumento del número de plazas ofertadas por año.
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¿Hay que rescatar el antiguo sistema de elección? publicado originalmente en www.redaccionmedica.com